André y Casal, dos actores de Oro

La comitiva de teatro de adultos mayores de Tres de Febrero ganó la medalla dorada en los Torneos Bonaerenses gracias a  una obra que vence los prejuicios.

“A mí, en cada función me salta el corazón”, confesó Cesar André (84), uno de los dos actores de la obra Príncipe Azul, ganadora de la medalla de Oro en los Torneos Bonaerenses, finales disputadas en Mar Del Plata.

Junto a Osvaldo Casal (61) protagonizó una obra del médico y dramaturgo argentino Eugenio Griffero. Fueron dirigidos por “Pino” Siano, con la asistencia de Jorge Gómez.

La puesta en escena fue adaptada al reglamento de no extenderse más de 45 minutos establecidos por la organización de los torneos. “Cuando la vi como espectador me enloqueció, era una maravilla”, recordó André, hoy protagonista.

Príncipe Azul  trata la historia de dos hombres que se reencuentran después de 50 años, quienes en su juventud se habían enamorado. Casal comentó que “los personajes, con 16 años cada uno, en esa época tuvieron un romance prohibido, un tabú, y a raíz de eso decidieron encontrarse 50 años más tarde”.

A su turno, el director explicó: “En la obra no hacemos la representación del homosexual como alguien ‘afeminado’ porque caeríamos en la estereotipación”. La idea es romper con los viejos conceptos.

Representaron a Tres de Febrero entre 16 distritos participantes, y consiguieron el logro más alto del podio. “Había un presentimiento que nos había ido bien”, contó Osvaldo Casal, ya relajado después del triunfo.

El grupo tiene planeado hacer otras presentaciones este año. El 26 de septiembre actuará  en el auditorio de Emac (Avenida Justo José de Urquiza 4750). Y luego en el Cine Teatro Ocean de Santos Lugares (La Plata 3530); y  en  el Cine Teatro Paramount de Caseros (3 de Febrero 2561).

Sin embargo, Casal confesó que antes de cada función siente la tensión de desempeñar el oficio que lo apasiona: “Sin darte cuenta, todo el trayecto que te lleva a ese momento de estar en el escenario, no diría que es estresante, pero lo vivís con tensión hasta el instante que arranca la obra;  y ahí te olvidás. Te queda una sensación que es muy linda”. Y añadió: “Eso es lo que busca el actor, conectarse con un personaje que no es él”.

La conexión que comentó Osvaldo logró superar el desafío de la mirada crítica de un jurado y dejó en claro que cuando el actor sube al escenario vive una transformación de su personaje y que su cabeza está sólo puesta en la obra teatral.

*Por Daniela Díaz y Eric Balbi, estudiantes de Periodismo de Emac