¿A dónde salimos hoy? Una mirada del centro de Villa Bosch

El entorno de la estación esconde sitios con significación para los vecinos, ya que forman parte de la historia y de sus vidas.

“No lugar” es un concepto  elaborado por el antropólogo francés Marc Augé para referirse a los espacios transitorios que no contienen la suficiente importancia para las personas. Lugares que carecen de identidad o historia. Si tomáramos aisladamente cada “no lugar”, podrían pasar desapercibidos para nosotros, pero todo cambiaría si uniéramos los muchos “no Lugares” que conforman un barrio. En Villa Bosch podemos redescubrir sitios que parecen no tener importancia cuando pasamos por ellos, pero que tienen historia y pertenencia para los vecinos.

Desde la ventana del Ferrocarril Urquiza se puede observar el cartel luminoso de Cine 3D, el tradicional Víctor Cinema, ubicado en El Payador al 5500. Es una de las mayores atracciones barriales. “Me gusta ir al Víctor porque es un cine de barrio, entonces, me gusta aportar en la cultura del barrio”, contó Micaela, una joven de Martín Coronado, que eligió el centro de Bosch como una de las opciones para sus salidas. No sólo por un aporte cultural, sino también de bolsillo. “Saber que la plata que yo invierto en las entrada va para los empleados que son vecinos y, por otro lado, es súper barata”, indicó.

El cine no es el único atractivo de la calle El Payador. Hay también, por ejemplo, una nueva cervecería llamada Pintó una Pinta. “Me gusta que abran nuevas cervecerías, hace más vistoso el barrio. Con estas nuevas cosas hay más gente y se juntan más jóvenes”, respondió Micaela sobre las opciones que se pueden encontrar en la noche. Ailén, una chica de Loma Hermosa, opina parecido: “Está bueno que las cervecerías estén cerca de la estación. Vas a la noche y están accesibles”. Las cervecerías que se refiere son Bier Bosch, Broh Cervecería o la mencionada más arriba.

Ailén también contó sobre la confitería Candela Café y Mate, que suele visitar con sus amigas, y resalta la cercanía con la estación de Ferrocarril: “Tenés a mano el tren para ir a Capital, para  ir a laburar o cualquier trámite”. Ella trabaja en un local de ropa en la Ciudad de Buenos Aires y más de una vez eligió parar en locales de Bosch antes o después del trabajo.

Otro lugar histórico es la tradicional pizzería antes llamada Kilómetro 11, fundada en 2003. Tras una separación con la sociedad original, desde 2015 pasó a dividirse en Pizzería KM y El Tri Hamburguesería, sitios que se han vuelto clásicos en el barrio.

Para los melómanos, en la Galería Lonardo (J. M. Bosch al 1000) se encuentra la disquería Bosch Musical, donde uno puede escarbar entre vinilos, cassettes y cds, dejarse llevar por la nostalgia que produce los formatos físicos o aquellos que les gusta decorar sus habitaciones con elementos vintage.

También hay espacio para el verde: el centro de Villa Bosch tiene un pequeño bosque de eucaliptos, al cual en 2010 los vecinos propusieron declararlo patrimonio histórico y cultural con la intención de protegerlo. “Te deleitas viendo el espacio verde en medio de tanta edificación de departamentos, es el pulmón de Bosch”, afirmaron Héctor y Cristina, una pareja que vive hace 6 años en Villa Bosch y alrededor de 12 años en total en Tres de Febrero.

Un simple barrio esconde historias, alegrías y tristezas. Los lugares que parecen de pasada y de cotidiano vivir de muchas personas, pueden convertirse en parte de las anécdotas y recuerdos que conservarán para toda su vida. Los “no lugares” que describió alguna vez Augé, son en un barrio los enlaces necesarios: sin esos espacios como el cine, el bosque, la disquería o las cervecerías no existirían los puntos de encuentro que tanto se necesitan para la construcción de las sociedades.

Por Eric Balbi, estudiante de la carrera de periodismo de la EMAC.